“El denominador común es la necesidad de acercarnos a China desde una posición de fuerza”, ha señalado el secretario del Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en una entrevista concedida a la agencia estadounidense de noticias CNN.
Blinken ha alegado que los aspectos “adversarios” y “competitivos” van en aumento en las relaciones entre Washington y Pekín, por lo que EE.UU. pretende fortalecer sus alianzas tanto en Asia y Europa.
Las tensiones entre el país norteamericano y el gigante asiático se han intensificado en los últimos años, y la Administración de EE.UU., encabezada por el presidente Joe Biden, aún no ha decidido si está dispuesta a alejarse de las posturas de línea dura contra China tomada por el expresidente Donald Trump.
Por otra parte, en el momento que aún no se sabe cómo serán relaciones entre estos dos Estados, el Gobierno de Biden ha tratado de presionar a Pekín bajo acusaciones de violaciones de derechos humanos.
En esta línea, el pasado 22 de marzo, la Unión Europa (UE), EE.UU., Canadá y el Reino Unido impusieron nuevas sanciones a algunos políticos chinos, así como a una entidad, con el pretexto de que el país asiático ha violado derechos humanos en la región de Xinjiang.
A su vez, China ha anunciado esta semana embargos contra unos funcionarios y entidades de EE.UU., el Reino Uniod y Canadá.
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