En un reporte publicado el lunes, la revista estadounidense Motherboard Vice desveló que el Ejército de EE.UU. ha estado comprando los datos de ubicación de varias aplicaciones móviles populares, como Muslim Pro y Quran, que se utilizan para las necesidades religiosas diarias, especialmente los tiempos de oración.
Según el informe, el Mando de Operaciones Especiales de EE.UU. (USSOCOM, por sus siglas en inglés), una rama del Ejército, ha utilizado, supuestamente, los referidos datos para sus operaciones en el extranjero.
En reacción, el Consejo de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR, por sus siglas en inglés) condenó la misma jornada, en duros términos, el uso por el Gobierno estadounidense de datos personales de aplicaciones religiosas para atacar a los musulmanes en todo el mundo.
Tras advertir a los musulmanes del uso de tales aplicaciones, la organización de defensa de los derechos civiles de los musulmanes más grande del país norteamericano exigió al Congreso estadounidense que abra una investigación al respecto.
“Pedimos al Congreso que lleve a cabo una investigación pública exhaustiva sobre el uso de datos personales por parte del Gobierno para atacar a la comunidad musulmana aquí y en el extranjero”, reclamó Nihad Awad, director ejecutivo del CAIR.
Por su parte, Edward Ahmad Mitchell, subdirector ejecutivo del CAIR, denunció que, durante años, muchos musulmanes estadounidenses han sido blanco del espionaje y otras formas de discriminación gubernamental.
Además, agregó, varios civiles musulmanes en el extranjero han muerto en ataques con aviones no tripulados (drones) y otras operaciones militares desastrosas del Ejército estadounidense. “Todo debe terminar. Ahora”, insistió.
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