En una entrevista publicada el jueves por la página web local Al-Ahed, el jefe adjunto del Consejo Ejecutivo del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), el sheij Nabil Qauq, enfatizó que el teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, reforzó la capacidad militar del Eje de la Resistencia y comandó las victorias que cambiaron las ecuaciones en la región de Asia Occidental.
“Misiles precisos que establecieron nuevas ecuaciones en el conflicto con el enemigo y apuntaron por primera vez desde 1948 las profundidades del régimen sionista y condujeron al asedio de este régimen usurpador, son un logro estratégico alcanzado gracias al general Qasem Soleimani”, destacó el responsable de la resistencia libanesa.
Qauq afirmó que el nombre del general Soleimani emana dignidad y orgullo y fue una pesadilla para los enemigos mientras fue el símbolo de la resistencia por los amigos.
Al respecto, señaló que hoy en día, la Resistencia se encuentra en el apogeo del poder, la capacidad y la preparación militar, por lo que el enemigo nunca podrá subestimar, ignorar o superar su poderío.
EE.UU. lanzó el 3 de enero un ataque selectivo en Bagdad, capital iraquí, que acabó con la vida del general Soleimani, del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y varios de sus compañeros.
Varios analistas concluyeron que su asesinato fue diseñado por los servicios de espionaje israelíes, debido al fracaso de las políticas de Washington y el régimen de Tel Aviv ante el Eje de Resistencia.
Tras el asesinato de Soleimani, el líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, prometió una dura venganza y advirtió de que los soldados estadounidenses volverán a casa en ataúdes, si no se retiran de la región.
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