La filtración de los papeles del paraíso ha vuelto a poner de manifiesto los secretos de los más ricos y poderosos. Los 1,4 terabytes de información, procedente principalmente de los despachos de abogados Appleby, con sede en Bermudas, y Asiaciti Trust, con sede en Singapur, recogen información desde hace siete décadas de maniobras técnicamente legales, pero para algunos, de dudosa moralidad.
En el Reino Unido, personalidades de la talla del piloto de Fórmula 1, Lewis Hamilton, Lord Ashcroft, expresidente del Partido Conservador, o la misma reina Isabel II, figuran entre aquellos que se aprovechan de estas “ventajas” fiscales.
A pesar del hecho de que muchas de estas maniobras económicas son perfectamente legales, la filtración de los papeles del paraíso han puesto la atención sobre las acusaciones de que los ricos y poderosos no están obligados a pagar los mismos impuestos que la mayoría.
A raíz de ello, la primera ministra británica, Theresa May, afirma que busca mayor transparencia y que la gente debe pagar lo que le corresponde, pero se niega a dar pasos para hacer públicas las identidades de estas sociedades.
Por su parte, el comisario de Economía de la Unión Europea (UE), Pierre Moscovici, afirma que se creará una lista negra de paraísos fiscales, que países miembros deberían evitar usar.
Ian Díez, Londres.
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