En sus declaraciones, Rutte subrayó la importancia de la unidad transatlántica y la continuidad del apoyo a Ucrania en su guerra contra Rusia, en un mensaje que parecía dirigido a la próxima administración estadounidense, con la inminente toma de posesión de Donald Trump.
Antes de su encuentro con el presidente francés Emmanuel Macron, Rutte expuso su preocupación por el apoyo militar de los aliados que brindan a Rusia.
“China, a su vez, respalda la economía rusa, apoya su industria de defensa y amplifica su narrativa en el escenario mundial”, señaló el secretario general de la OTAN.
La alerta subraya la necesidad de reforzar los lazos entre Europa y EE.UU. ante un panorama de alianzas internacionales que podría intensificar las tensiones geopolíticas globales.
En un momento en el que el conflicto en Ucrania continúa, Rutte instó a las potencias aliadas a reconocer la gravedad de estos vínculos y a reforzar su cooperación para contrarrestar la influencia rusa y sus aliados en diferentes regiones del mundo.
Las afirmaciones del jefe de la OTAN ocurren en un contexto de llegada a su segundo mandato del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, tras ganar las presidenciales de EE.UU. el pasado 5 de noviembre. Trump aseguró en su campaña electoral y posterior victoria en las urnas que pondría fin a la guerra en Ucrania.
La OTAN y las potencias occidentales, junto al gobierno de los Estados Unidos, han apoyado con armas a Kiev durante el conflicto ruso-ucraniano, como una vía de debilitar a Rusia en el ámbito geopolítico, y también en el económico, mediante la imposición de un alto número de sanciones.
gec/mkh