• Soldados israelíes se mueven en un convoy en un lugar no revelado que limita con la Franja de Gaza, 8 de octubre de 2023. (FOTO: AFP)
Publicada: miércoles, 13 de noviembre de 2024 21:46

Israel mantiene coordinaciones con la inteligencia alemana para reclutar refugiados de países en conflicto y contratarlos como mercenarios.

Ante la enorme escasez de fuerzas en el ejército sionista, el régimen del primer ministro Benjamín Netanyahu ha recurrido a los servicios de inteligencia alemanes y las organizaciones sionistas en Alemania para que recluten a solicitantes de asilo de Afganistán, Libia y Siria, países desgarrados por la guerra.

Estas colaboraciones llevan ya siete meses y, según un informe publicado en The Cradle el martes, a los reclutados se les ofrecen salarios mensuales que van desde 4000 a 5000 euros y una ciudadanía alemana acelerada, a cambio de que se alisten en el ejército sionista.

La revista digital dice que “muchos se han unido a la campaña israelí de genocidio en Gaza y la invasión del Líbano” y, citando informes, indica que solo entre septiembre y octubre se naturalizaron casi 4000 refugiados.

La revelación, conforme el medio, pone de relieve un cambio significativo en la posición de Berlín, que en su día sirvió como mediador en los acuerdos de intercambio de prisioneros entre Israel y las facciones palestinas o libanesas, pero que ahora lidera vocal y materialmente el apoyo global a los objetivos militares israelíes, bajo el pretexto de una obligación moral hacia el Estado ocupante.

“La política alemana de apoyo al genocidio en Gaza y al terrorismo en el Líbano fue expresada nada menos que por la ministra de Asuntos Exteriores de Berlín, Annalena Baerbock, durante su reciente visita al Líbano y luego en su discurso en el Parlamento alemán, el Bundestag, a finales de septiembre cuando manifestó que ‘Alemania considera que la seguridad de Israel es una extensión de su seguridad nacional. Por ello, Alemania está comprometida con el derecho de Israel a defenderse y a brindarle toda la ayuda posible para ello’”, reseña The Cradle.

 

Tras el inicio de la operación palestina Tormenta de Al-Aqsa, Alemania impuso más restricciones a los solicitantes de ciudadanía de países árabes y musulmanes, exigiéndoles que se comprometieran a no criticar a Israel ni mostrar simpatía hacia los palestinos como prueba de fuego para la naturalización.

A principios de noviembre de 2024, Alemania introdujo una ley para el reclutamiento obligatorio de estos solicitantes árabes y musulmanes, con el pretexto de cubrir la escasez de mano de obra. Sin embargo, este reclutamiento no implicaría el servicio en Alemania, una estipulación que ha hecho que muchos de estos refugiados desconfíen de contra quién y dónde podrían acabar combatiendo.

Los acontecimientos se producen en un momento en que las grietas en la imagen otrora inquebrantable del ejército de ocupación se están agrandando, y no está garantizado que pueda mantenerse unido bajo crecientes presiones internas y externas.

El mes pasado, el medio israelí HaMakom informó que un número cada vez mayor de soldados se negaban en silencio a obedecer las órdenes de regresar al campo de batalla debido en gran parte a la resistencia ofrecida por los combatientes palestinos.

Los soldados dicen que están deprimidos, desmotivados, agotados y psicológicamente dañados. Además, el traicionero frente norte, en particular, se ha convertido en un símbolo de temor perpetuo para los soldados israelíes estacionados allí contra Hezbolá.

ncl/mkh