En los últimos días del 2024 el presidente de la república Bernardo Arévalo decretó un aumento salarial de un 10 % a todo el sector productivo del área formal, un incremento que no se veía desde hace 14 años y que supone el tercer salario mínimo más alto en Latinoamérica solo por debajo de Costa rica y Honduras.
Esta medida refleja nuestro compromiso con el bienestar con los y las trabajadoras del país al mismo tiempo que fomenta el desarrollo de la productividad y del empleo, afirmó Arévalo.
En total, el salario quedó en 516 dólares para las actividades agrícolas y no agrícolas, no así para el sector de maquilas y productos de exportación cuyo incremento fue del 6 % o el equivalente a 518 dólares, el sector empresarial aglutinado rechazó el aumento argumentando despidos inmediatos, cierre de empresas e inflación, el ministro de finanzas rechazó el riesgo de inflación y resaltó los beneficios de la medida.
A pesar del aumento al salario mínimo que se verá reflejado en el pago de la primera quincena de enero, aún se queda corto ante el precio de la canasta básica y por otro lado compensa mínimamente los gastos que deben hacer los ciudadanos en servicios privados a falta de estado.
En Guatemala únicamente el 30 % de la población laboralmente activa tiene un empleo formal y de ese 30% solo un pequeño porcentaje devenga un salario mínimo.
Algunas cámaras empresariales como la de alimentos y bebidas difieren de la postura gremial pues aseguran que la mayoría de sus empleados goza de un salario que está por arriba del mínimo, incluso con el aumento del 10 %.
Miguel Salay, Hispantv, Ciudad de Guatemala.
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