El pasado octubre, el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazemi, informó de la detención de Sami Yasim Muhamad al-Yaburi, asesor de Al-Bagdadi y encargado de las finanzas y los asuntos económicos de la banda takfirí Daesh desde 2019, en una operación cualitativa llevada a cabo por la inteligencia de Irak en el extranjero.
Recientemente, a través de un comunicado, el Consejo Judicial Supremo de Irak dio a conocer las confesiones de Al-Yaburi, apodado “Abu Asia” o “Abu al-Qadir al-Zubaidi”, según el que en 2013 Al-Bagdadi ordenó su ejecución por colaborar con el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), pero sobrevivió por la mediación de varios líderes de Daesh y se unió a los equipos de extorsión de ciudadanos y empresarios.
Al-Yaburi precisó que el grupo terrorista recibía más de 500 000 dólares al mes de los comerciantes de la provincia iraquí de Nínive (norte), y esta cifra aumentó posteriormente.
De esta cifra, añadió, la mitad fue para A-Bagdadi y la otra mitad fue para el gobernador de Daesh en Nínive. Según admitió el terrorista, varias personas que se negaron a pagar el rescate fueron asesinados o secuestrados por él y otros miembros de la banda, o que sus casas fueron incendiadas.
Al-Yaburi, que fue uno de los fundadores principales de Daesh, sostuvo que el grupo terrorista en principio tenía 250 millones de dólares, así como 3000 toneladas de oro puro y decenas de metros de campos petroleros en Irak y Siria, que eran sus principales fuentes de ingresos.
También sostuvo que cuando él fue encargado de los asuntos económicos de la banda extremista, los activos de Daesh superaron los 1250 millones de dólares en dos años.
Respecto al surgimiento de esta banda ultraviolenta, indicó que “en 2004, cuando surgió Daesh, unos 12 grupos armados pidieron la guerra con las Fuerzas Conjuntas, el Ejército y la Policía iraquíes. Equipé a Daesh con armas y bombas que había escondido, y comencé mi actividad colocando bombas en las carreteras y coches”.
Al-Yaburi, de casi 60 años de edad, ha sido un elemento fundamental en la venta de petróleo, minerales y antigüedades robados de museos y sitios arqueológicos en Irak y Siria; es uno de los terroristas más buscados a nivel internacional y cercano al comité encargado de gestionar la organización terrorista; es más, se considera una de las personas más cercanas al actual cabecilla de Daesh, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurashi.
A pesar de que Bagdad declaró en diciembre de 2017 la victoria sobre Daesh, los remanentes se han convertido en células durmientes que han puesto en peligro la seguridad del territorio iraquí, con atentados y ataques selectivos. Ante tal situación, el Ejército y las fuerzas populares de Irak realizan varias operaciones en todo el país con el fin de acabar con todo vestigio de terrorismo.
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