Se trata de la aprobación de una solicitud de la administración civil israelí para destruir las casas y los puestos palestinos en el pueblo de Susiya, cerca de la ciudad de Al-Jalil (Hebrón), obligando así a 450 palestinos a desplazarse.
El tribunal supremo decidió “con el pretexto de que no hay infraestructura en la zona”, expresó un residente de la aldea, Nasr al-Nawajaa.
El jefe del consejo local de Susiya, Jihad al-Nawajaa, aludió que el régimen sionista pretende desalojar el pueblo con el fin de construir un parque para los colonos israelíes.
Hemos sido repetidamente hostigados, y nuestras casas han sido arruinadas varias veces por las fuerzas de ocupación israelí y los colonos; pero no nos marcharemos”, agregó Al-Nawajaa
“Hemos sido repetidamente hostigados, y nuestras casas han sido arruinadas varias veces por las fuerzas de ocupación israelí y los colonos; pero no nos marcharemos”, agregó Al-Nawajaa, enfatizando que los residentes palestinos están viviendo en esta región por más de 30 años.
En las últimas décadas, el régimen de Tel Aviv ha intentado judaizar Al-Quds (Jerusalén) a través de distintos métodos como la demolición sistemática de casas pertenecientes a los palestinos en sus propios territorios, así como la construcción de asentamientos ilegales y la acogida de inmigrantes judíos.
Este régimen, indiferente ante las advertencias de la comunidad internacional para detener la construcción de viviendas en los territorios ocupados palestinos, ha dejado a miles de palestinos sin hogar, agua potable, electricidad e instalaciones eléctricas.
El pasado 27 de abril, el régimen de Israel autorizó la construcción de 77 unidades de viviendas en asentamientos ilegales en el este de Al-Quds, según la organización israelí ‘Paz Ahora’.
En respuesta, el ministro palestino de Asuntos Exteriores, Riad al-Maliki, anunció la semana pasada que su país demandará al régimen de Israel ante la Corte Penal Internacional (CPI) por su insistencia de expandir las colonias ilegales.
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