En declaraciones ante el parlamento, reunido para un voto de confianza sobre el gobierno de coalición con su exrival electoral, Benny Gantz, Netanyahu ha reafirmado este domingo su intención de anexar partes de Cisjordania y seguir construyendo asentamientos en los territorios ocupados palestinos.
“Ya es hora (…) Es hora de aplicar la ley israelí y escribir un nuevo capítulo glorioso en la historia del sionismo”, ha dicho el primer ministro del régimen de Tel Aviv.
Es probable que este movimiento cause e intensifique las tensiones tanto en la comunidad internacional como en Cisjordania, donde residen casi tres millones de palestinos y unos 400 000 israelíes, que viven en los asentamientos considerados ilegales según el derecho internacional, ha indicado la agencia francesa de noticias AFP.
Sin embargo, Netanyahu, ignorando como siempre el rechazo internacional a tal medida, ha alegado que la anexión de la ocupada Cisjordania “no nos distanciará de la paz, nos acercará”.
En respuesta, el diputado árabo-israelí Yusef Yabarín ha advertido a gritos que “no habrá paz con ocupación y apartheid”. Yabarín ha sido expulsado del pleno tras recibir tres avisos.
Netanyahu tenía de plazo hasta el 21 de mayo para formar gobierno y evitar las que serían las cuartas elecciones legislativas en poco más de un año. Ante tal coyuntura, selló el pasado abril un pacto con Gantz para acabar con el largo bloqueo político en Israel, y ambos acordaron, entre otros asuntos, proceder a la anexión de extensas partes de la ocupada Cisjordania a partir de julio próximo, una gestión que fue rechazada tanto por los palestinos como por la comunidad internacional.
Durante la sesión de este domingo, los diputados de la oposición han interrumpido varias veces a Netanyahu gritando: “¡Soborno!” o “¡Fraude!”, en referencia a los cargos de corrupción que pesan en su contra. El juicio contra el premier israelí por dichos cargos comenzará el próximo 24 de mayo.
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