La barbarie israelí en su guerra contra Gaza no reconoce ningún límite. Los militares sionistas asaltaron brutalmente el hospital Kamal Adwan, hecho que, según la Organización Mundial de la Salud, dejó fuera de servicio uno de los pocos centros de asistencia médica que operaba parcialmente en todo el asediado enclave palestino.
Además de daños materiales, las tropas israelíes detuvieron y maltrataron a centenares de civiles heridos que se encontraban ingresados en el hospital.
El ataque arriesgó la vida de decenas de pacientes en estado crítico. El operativo ha intentado destruir totalmente el armazón médico, humanitario y de rescate en el norte de Gaza.
Entretanto, El Ministerio de Salud palestino denuncia que las fuerzas de ocupación mantienen retenidos al director del hospital, así como a decenas de miembros del personal médico.
sbd/mkh
