En declaraciones durante una conferencia de prensa en la sede de la ONU en Nueva York el martes, Stéphane Dujarric destacó la importancia de que los equipos de la ONU entren en Gaza e identifiquen las necesidades de los ciudadanos sobre el terreno.
Señaló que el número de comidas diarias en la Franja de Gaza disminuyó de 840,000 comidas la semana pasada a 260,000, lo que representa una disminución del 70%.
Dujarric enfatizó que la ayuda humanitaria no se limita únicamente a los alimentos, subrayando la necesidad de proporcionar servicios directos de agua, salud, nutrición, educación y protección a los palestinos en la Franja de Gaza.
El portavoz de la ONU advirtió que se está agotando el combustible en las instalaciones sanitarias y de agua dentro de la Franja de Gaza, que está bajo un férreo bloqueo israelí desde principios de marzo.
“La atención sanitaria en Gaza está al borde del colapso, ya que los hospitales enfrentan un gran número de heridos en medio de una grave escasez de suministros básicos, equipos, sangre y personal médico”, declaró.
La Organización Mundial de la Salud había señalado previamente que impedir el acceso inmediato a alimentos y suministros esenciales en la Franja de Gaza estaba provocando “más muertes y una caída hacia la hambruna”.
El análisis de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés) publicado el lunes indicó que 470,000 personas en Gaza enfrentaban “niveles catastróficos de hambre (IPC Fase 5)”, y que toda la población sufría inseguridad alimentaria aguda.
El informe también señaló que se esperaba que aproximadamente 71,000 niños y más de 17,000 madres necesitaran tratamiento urgente por desnutrición aguda.
Por otro lado, Pascal Hundt, subdirector de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja, declaró esta semana que los civiles de Gaza enfrentaban una lucha diaria abrumadora para sobrevivir a los peligros de las hostilidades, hacer frente a los desplazamientos incesantes y soportar las consecuencias de la falta de asistencia humanitaria urgente.
Agregó que “No se debe, ni se puede, permitir que esta situación se agrave aún más”.
Sin embargo, esto podría ocurrir si el régimen de apartheid israelí continúa intensificando su agresión genocida, que se reanudó el 18 de marzo, cuando rompió un alto el fuego de dos meses con una serie masiva de ataques aéreos.
El régimen de Tel Aviv ya había cerrado las puertas de Gaza. Desde principios de marzo, ha bloqueado todos los envíos de ayuda humanitaria, incluidos alimentos y suministros médicos.
Casi 53 000 palestinos han sido asesinados en Gaza a causa de la brutal agresión militar israelí desde octubre de 2023, la mayoría de ellos mujeres y niños.
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