La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alarmó el domingo que Gaza carece de agua potable, y con más del 60 % de las plantas de desalinización destruidas o fuera de servicio, debido a los constantes bombardeos del enclave costero por parte de Israel.
De igual manera, la MSF detalló que las siete unidades de este organismo suministran solo 7,5 litros por persona al día, una cifra muy por debajo de las necesidades de emergencia.
La MSF señaló que, desde junio de 2024, solo una de cada diez solicitudes de importación de artículos necesarios para la desalinización ha sido aprobada por parte de las autoridades israelíes.
La MSF instó a Israel a permitir la importación de equipos esenciales para el suministro y la distribución de agua, a gran escala. “El agua y otros bienes básicos no deben utilizarse como armas de guerra”, agregó.
Desde el pasado octubre de 2023, Israel ha dañado repetidamente dos de las tres tuberías que conducen a Gaza, según la MSF.
También, se estima que el 70 % del agua que circula por estas tuberías se pierde debido a fugas en la red general de tuberías, debido a los daños causados por los bombardeos. Por lo tanto, el agua debe distribuirse mediante camiones cisterna, proveniente de plantas desalinizadoras.
La MSF explicó que, de las 196 plantas desalinizadoras gestionadas por entidades públicas y ONG, más del 60 % no funcionan debido a su ubicación o a daños.
La escasez de agua ha agravado los brotes de enfermedades, y los equipos de MSF reportan más de 1000 casos de diarrea acuosa aguda por semana.
En 2025, la MSF tuvo que suspender el suministro de agua en al menos 137 puntos de distribución. Para llegar a los puntos de distribución, las personas deben caminar largas distancias cargando sus pesados bidones.
La semana pasada, algunas fuentes locales denunciaron que los colonos extremistas de Israel han intentado contaminar las reservas de aguas de los palestinos.
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