Sin embargo, persiste la fragilidad en la confianza empresarial, y el consumo interno, uno de los pilares de la economía, evidencia señales de desaceleración.
Aunque las proyecciones para 2024 y 2025 se mantienen optimistas, con un crecimiento estimado del 3% anual, el panorama no está exento de riesgos. La alta inflación y la prolongada crisis política podrían obstaculizar una recuperación sostenida. Además, economistas advierten que la baja inversión privada y la creciente inestabilidad social continúan siendo amenazas que podrían modificar los pronósticos del BCR.
El BCR proyecta un crecimiento del 3.1% para la economía peruana este año. Sin embargo, persisten riesgos como la alta inflación, la inestabilidad política y la desaceleración del consumo interno. Para 2025, se prevé un crecimiento del 3%, condicionado a la recuperación de la confianza empresarial y la inversión privada.
Esta nueva proyección de la economía peruana se enmarca en un momento crítico para Petroperú, que atraviesa una fase delicada con la próxima designación de su nuevo directorio.
El gobierno actual prioriza medidas de corto plazo, adaptándose al ritmo impuesto por el Congreso. Esta dinámica genera incertidumbre en la inversión privada, al no ofrecer una estrategia clara y sostenible que promueva el crecimiento económico a largo plazo.
Julio Velarde advierte que la extorsión y la inseguridad afectan el crecimiento económico del país, pero asegura que con mejores políticas es posible superar el 3.1% de crecimiento proyectado.
Aarón Rodríguez; Lima.
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