El portavoz de la Cancillería siria, Esmail Baqai, ha calificado este lunes de “mera excusa” y mentira el hecho de que Israel justifica sus ataques a las fuerzas del gobierno de facto sirio, liderado por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), con el supuesto apoyo a los miembros de la minoría comunidad drusa.
“No cabe duda de que esto es una excusa, y en absoluto puede ser aceptado por ninguna mente sensata que el régimen sionista —cuyo objetivo fundamental es la destrucción del pueblo palestino como nación y la siembra de la división y el caos en los países islámicos— busque apoyar a uno o varios grupos en dichos países. El objetivo es, sin duda, fomentar la discordia y avanzar en el plan de desintegración de Siria”, ha matizado el diplomático.
Ha lamentado el terror y el caos vivos en Siria desde la caída del gobierno anterior y la llegada al poder de HTS, ha criticado a las autoridades gobernantes por no tener ninguna voluntad, ni tomar acción alguna para detener las continuas violaciones israelíes de la soberanía nacional y la integridad territorial del país árabe.
Baqai ha denunciado que Israel considera todas las instalaciones e infraestructuras civiles, de investigación y de defensa de Siria como objetivos legítimos, y pedido a la comunidad internacional, y en particular, los países islámicos, que tomen medidas decisivas para cesar las agresiones israelíes.
Conforme al vocero de la Diplomacia persa, para detener los ataques israelíes a Siria, la comunidad internacional debe presionar a los principales aliados de Israel, en particular Estados Unidos y algunos países europeos, para que impidan las acciones desestabilizadoras de este régimen en la región.
Desde la caída del expresidente Bashar al-Asad el 8 de diciembre de 2024 durante una ofensiva relámpago de HTS y militantes afiliados, Israel ha intensificado sus ataques aéreos sobre Siria y ha ampliado su ocupación del país árabe.
El pasado 30 de abril, el régimen sionista llevó a cabo un ataque a la localidad Ashrafiyat Sahnaya, al suroeste de Damasco, la capital, lo cual mató a un miembro de la Seguridad General alineada con HTS y a un civil sirio.
El ataque se produjo después de enfrentamientos entre militantes del régimen y miembros de la minoría comunidad drusa siria, que dejaron decenas de muertos en dos días. El ejército israelí calificó su operación de una “advertencia” contra “extremistas” que atacaron a los drusos.
El gobierno de HTS, por su parte, no ha tomado ninguna acción efectiva para detener las agresiones israelíes, y solo se ha limitado a rechazar la “intervención extranjera” en los asuntos internos del país.
Numerosos informes, en ellos el del rotativo Israel Hayom, publicado en marzo, revela la celebración de reuniones secretas, en las que las autoridades israelíes han abordado el plan ambicioso y de larga data del régimen para fragmentar Siria.
Según el reporte, una de las propuestas, presentada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, incluye dividir el país levantino en cantones étnicos y sectarios, lo que Israel ve como una forma de asegurar su frontera norte frente a las amenazas planteadas por las facciones de la oposición siria.
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