En un artículo publicado el lunes en el diario israelí Haaretz, el analista israelí Rogel Alpher calificó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de “una amenaza para el mundo” y avisó que con sus políticas beligerantes busca arrasar al mundo a una guerra mundial, y así registrar su nombre en la historia al lado del presidente estadounidense, Franklin D. Roosevelt, y el primer ministro británico, Winston Churchill, dos figuras claves durante la II Guerra Mundial.
El artículo recuerda que Netanyahu en su discurso del mes pasado ante el Congreso de Estados Unidos dejó claro que ve a Israel como la punta de lanza en “la guerra de Occidente contra el islam radical global”. Según sus palabras, él protege a los estadounidenses y libra por ellos una guerra por la cual EE.UU. debería agradecer sus esfuerzos y no al revés.
Para el premier derechista israelí, la ayuda masiva recibida garantiza la existencia de Estados Unidos y cuanto más la aumente mejor cumplirá ese servicio.
El interés estadounidense, de acuerdo con Netanyahu, “es una guerra mundial”. De hecho, en aquella ocasión, el jefe del gabinete israelí decidió presentarse como el líder del mundo libre.
El artículo luego hace referencia a la entrevista de Netanyahu con la revista Time, realizada la semana pasada, en la que el premier israelí comparó la operación palestina ‘Tormenta de Al-Aqsa’, lanzada el 7 de octubre contra Israel, con la sorpresiva incursión de Japón a la base naval estadounidense de Pearl Harbor en 1941, y consideró su deber iniciar una guerra mundial.
Para Netanyahu, Estados Unidos es sólo su agente. Por lo tanto, debería bombardear las instalaciones nucleares iraníes. Él confía en comprender y servir mejor a los intereses estadounidenses que la Administración demócrata y el presidente Joe Biden.
No obstante, es un mal estratega: asesinó al líder del movimiento palestino HAMAS, Ismail Haniya, en Teherán y al comandante de la milicia libanesa Hezbolá, Fuad Shokr, en el suburbio sur de Beirut, y no tuvo en cuenta la magnitud de la respuesta.
El artículo luego pregunta si Netanyahu no entendía realmente que estas acciones tendrían consecuencias, y responde: Cualquier figura considerada líder de Occidente sabe muy bien que el asesinato de importantes figuras puede iniciar una guerra mundial por años y, en el caso de Netanyahu, tal conflicto lo mantendrá en el poder hasta su fin.
Netanyahu creó una situación similar en abril, cuando Irán respondió al ataque contra su consulado en Damasco, con misiles y drones lanzados contra “Israel”. Luego, Estados Unidos movilizó a sus aliados para defender a “Israel”. Y ese es el sueño de Netanyahu: el mundo está en crisis e “Israel” está en el núcleo.
Los resultados del asesinato de Haniya son más impresionantes para él. Biden envío una fuerza militar a la región, y él establece la agenda, mientras el mundo está dividido a su alrededor, y él se considera más importante que nunca en el escenario mundial.
Netanyahu impide el fin del conflicto en la Franja de Gaza para provocar una escalada y en sus delirios megalómanos la guerra mundial será su legado, según el texto.
En la revista Time, Netanyahu también quiso compararse con George W. Bush después del atentado contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2002 y al parecer, tiene la tendencia de imitar a los líderes de los imperios mundiales y actuar en consecuencia, y quizás sueña con aparecer en los libros de historia junto a Churchill y Roosevelt.
Ahora todos tienen buenas razones para querer la caída de Netanyahu. Mientras él esté en el poder, no solo los retenidos israelíes en Gaza estarán en peligro, sino también el mundo.
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