La israelí de 22 años identificada como Mia Schem, que estuvo retenida por el Movimiento de Resistencia islámica de Palestina (HAMAS), acusó a un destacado entrenador físico de Tel Aviv de drogarla y violarla en su propia casa.
Schem admitió que solía sentirse más segura cuando estuvo en manos de los palestinos en Gaza que después de su liberación, cuando sufrió abusos sexuales.
La joven dijo que temía sufrir una violación sexual durante su cautiverio o antes. “Este fue mi mayor miedo durante toda mi vida, antes del cautiverio, durante el cautiverio”, declaró.
“Y me pasó después del cautiverio, en mi lugar más seguro”, lamentó.
Ella contó que conoció al entrenador a principios de este año después de ser liberada por HAMAS.
En otro comentario, Schem indicó que, después de tres sesiones de entrenamiento, le propuso presentarla a un supuesto productor de Hollywood interesado en adaptar la historia de su cautiverio en una película.
Cuando la reunión inicial en el vestíbulo de un hotel fracasó, se organizó una segunda reunión en la residencia de Schem, detalló y agregó que el entrenador llegó dos horas tarde y persuadió al amigo de Schem para que se fuera, citando la sensibilidad de la discusión.
Tras la llegada del entrenador, Schem experimentó una pérdida de conciencia y tenía un recuerdo limitado de los acontecimientos que ocurrieron.
“Mi cuerpo recuerda, lo siente todo”, aseguró y añadió que le tomó tres días conectar sus sensaciones físicas con su consciencia.
Tras la llegada del entrenador, Schem experimentó una pérdida de conciencia y tenía un recuerdo limitado de los acontecimientos que ocurrieron.
Consecutivamente, se sometió a un examen médico, que indicó signos de actividad sexual, y presentó una denuncia ante la policía.
Keren Schem, la madre de Mia, observó un deterioro significativo en el estado mental de su hija después de la presunta agresión.
“Mi hija regresó del cautiverio en una condición física y mental muy difícil”, destacó. “Y, aun así, no era así. Ahora, veía una angustia que me asustó mucho”.
Desde el inicio de la guerra genocida israelí contra Gaza el 7 de octubre de 2023, cerca de 52 615 palestinos —en su mayoría mujeres y niños— han sido asesinados, según cifras oficiales. Miles más resultaron heridos, mientras otros permanecen desaparecidos bajo los escombros de las ciudades gazatíes arrasadas.
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