• Stéphane Dion (dcha.), ministro de Exteriores de Canadá.
Publicada: miércoles, 30 de marzo de 2016 2:20
Actualizada: miércoles, 30 de marzo de 2016 17:57

El canciller canadiense, Stéphane Dion, admite que el congelamiento de los lazos de Canadá con Irán no tuvo consecuencias positivas para nadie.

La ruptura de las relaciones no fue positiva ni para los canadienses, ni para el pueblo de Irán, ni para (régimen de) Israel ni para la seguridad mundial”, ha considerado Dion en una conferencia internacional celebrada este martes en la Universidad de Ottawa sobre la nueva orientación de la política exterior del país norteamericano.

El diplomático ha cuestionado también el cese de actividad de la embajada de Canadá en Teherán durante más de tres años, así como la delegación en Italia de la protección de los intereses del Gobierno canadiense en Irán.

La ruptura de las relaciones no fue positivo ni para los canadienses, ni para el pueblo de Irán, ni para (régimen de) Israel, y ni para la seguridad mundial”, declara Stéphane Dion, canciller de Canadá.

“Hoy en día, Canadá debe volver a Irán para desempeñar un papel útil en esa región del mundo. (…) Todas las partes nos piden restablecer el diálogo y lo estamos haciendo”, ha apostillado.

Las relaciones diplomáticas entre Irán y Canadá se congelaron después de que, en un intento por favorecer los intereses de EE.UU. y el régimen israelí, Ottawa anunciara en 2012 el cierre de su embajada en Teherán y la expulsión de los diplomáticos persas de su territorio.

Sin embargo, con la llegada al poder del líder del Partido Liberal de Canadá, Justin Trudeau, parece que las políticas que siguió el ex primer ministro Stephen Harper, —especialmente en cuanto a la política exterior del país—, están cambiando de una manera notable. 

En cuanto al acuerdo nuclear alcanzado entre Teherán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, El Reino Unido, China y Rusia, más Alemania), Dion ha opinado que el Plan Integral de Acción Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) ha condicionado de forma significativa las actividades nucleares de los iraníes, garantizando una verificación continua y sólida por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

El jefe de la Diplomacia canadiense ha explicado que Ottawa modificará las sanciones unilaterales impuestas contra Teherán, tal como han hecho la mayoría de sus socios. Canadá, ha detallado, tiene la obligación legal de aplicar las decisiones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), por lo que ha modificado también sus sanciones multilaterales.

A su criterio, las sanciones unilaterales de Canadá contra Irán tendrían consecuencias negativas para muchas familias y empresas canadienses.

Irán y el Sexteto anunciaron el pasado enero la puesta en práctica del JCPOA, fijado el pasado mes de julio. El pacto nuclear entró en vigor después de que el director general de la AIEA, Yukiya Amano, publicara un informe en el que confirmó que Irán había cumplido con todas las obligaciones definidas en el acuerdo.

Tras recibir el informe, la Unión Europea (UE), la Organización de las Naciones UNidas (ONU) y Estados Unidos levantaron las sanciones impuestas contra Irán por su programa de energía nuclear.

Anteriormente, Dion había confirmado que Canadá retiraría las sanciones antiraníes, pero no especificó cuándo. Dio así luz verde a las compañías canadienses para hacer negocios con Irán.

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