El magnate, en unos mensajes emitidos este miércoles en su cuenta en Twitter, ha descripto como “falsas noticias” las sugerencias de una “cena secreta” con Putin, pues ha censurado una vez más la conducta de los medios estadounidenses.
“Las noticias falsas sobre el encuentro secreto con Putin en la cumbre del Grupo de los 20 (G20) son un virus, (la canciller alemana) Angela Merkel invitó a todos los líderes. La prensa lo sabía”, ha sostenido Trump.
Su negación se produce luego de que varios medios del país norteamericano informaran de un segundo encuentro entre los dos mandatarios. Curiosamente, la Casa Blanca que no había anunciado anteriormente dicha visita, explicó ayer martes en un comunicado que el encuentro ocurrió al final de la cena oficial de la canciller alemana y fue solo “una breve charla”.
No obstante, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha señalado que el encuentro duró cerca de una hora durante la comida.
Las noticias falsas sobre el encuentro secreto con Putin en la cumbre del Grupo de los 20 (G20) son un virus, (la canciller alemana) Angela Merkel invitó a todos los líderes. La prensa lo sabía”, ha sostenido el presidente de EE.UU., Donald Trump
The Fake News is becoming more and more dishonest! Even a dinner arranged for top 20 leaders in Germany is made to look sinister!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 19, 2017
El analista de renombre estadounidense y presidente de la consultora Eurasia Group, Ian Bremmer, en una entrevista concedida a la agencia de noticias estadounidense Bloomberg, afirmando que Trump y Putin conversaron durante una hora aseguró que la única persona que tenía presencia en el diálogo fue el traductor del presidente ruso.
Los dos políticos se reunieron el pasado día 7 de julio a puertas cerradas, al margen de la cumbre del G20 en la ciudad alemana de Hamburgo, donde abordaron cuestiones como las de Siria y Ucrania, entre otros temas.
El encuentro se convirtió en la noticia más destacada de la cumbre, ya que fue el primero entre los dos presidentes y se produjo después de meses de especulaciones sobre la interferencia de Moscú en las elecciones estadounidenses. Además hay escándalos sobre los presuntos vínculos entre los miembros del equipo electoral de Trump y las autoridades rusas con el objetivo de que el inmobiliario neoyorquino llegase a la Casa Blanca.
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