Además, los incendios han cobrado vidas humanas en un número que no ha sido cuantificado, por los momentos.
En una conferencia de prensa, el sheriff del Condado de Los Ángeles, Robert Luna, aseguró que la contundencia de los incendios parece como si una bomba atómica haya sido lanzada en esas áreas, por lo que no espera, en lo absoluto, buenas noticias.
Según informó Luna, los fuertes vientos han amainado relativamente, dando a los bomberos un respiro temporal para tratar de apaciguar los enormes incendios, aunque mantiene prudentes en cuanto a lo que espera encontrar en los lugares afectados.
El incendio Palisades entre Santa Mónica y Malibú en el flanco occidental de la ciudad y el incendio Eaton en el este cerca de Pasadena ya se clasifican como los más destructivos en la historia de Los Ángeles, consumiendo más de 13 750 hectáreas.
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