Las nuevas sanciones están dirigidas contra las ventas de petróleo iraní a China, mientras la administración del presidente Donald Trump continúa su campaña de “máxima presión” contra Teherán, a la vez que respalda las conversaciones nucleares en curso.
Estas medidas, que incluyen restricciones a empresas y buques vinculados al transporte de crudo iraní, buscan limitar los ingresos del país por exportaciones de energía, según un comunicado oficial.
“Estados Unidos está sancionando hoy a una red internacional que facilita el envío de millones de barriles de petróleo crudo iraní, valorados en miles de millones de dólares, a China”, explicó la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Tammy Bruce, en un comunicado.
Irán y Estados Unidos concluyeron el domingo en Mascate, capital de Omán, una cuarta ronda de negociaciones indirectas en un intento de abordar el levantamiento de las sanciones a la nación iraní y las cuestiones nucleares. Estos diálogos están siendo empañados por medidas contradictorias, como la imposición de sanciones, retóricas amenazantes y exigencias por parte de Estados Unidos.
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