En un comunicado final emitido el miércoles después de una reunión extraordinaria en la ciudad saudí de Yida, la OCI reiteró que el régimen israelí no tiene soberanía sobre Al-Quds y sus lugares sagrados islámicos y cristianos, y pidió a la comunidad internacional que obligue a Israel a poner fin a sus violaciones en la ciudad ocupada.
La reunión se celebró días después de una provocativa incursión del ministro de seguridad de extrema derecha de Israel, Itamar Ben-Gvir, en el complejo de la Mezquita Al-Aqsa, y los continuos ataques de las fuerzas de ocupación contra los palestinos en Al-Quds.
“El asalto del ministro israelí a la bendita Mezquita Al-Aqsa y la violación de su santidad es un paso de provocación que se condena en los términos más enérgicos y representa una violación flagrante e inaceptable del derecho internacional y del estatus histórico y legal existente en Al-Quds y sus lugares sagrados”, se lee en el texto.
The Executive Committee of the Organization of Islamic Cooperation (#OIC), in its #extraordinary Meeting on the Attacks against #AlAqsa , held on Wednesday, 24th May 2023, at the headquarters of the OIC General Secretariat in Jeddah. pic.twitter.com/7tpXBOz2aq
— OIC (@OIC_OCI) May 24, 2023
La nota también considera lo sucedido como “una escalada peligrosa que requiere que la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad, trabaje de inmediato para detenerla mediante medidas efectivas que obliguen a Israel, la potencia ocupante, a detener sus ataques contra el pueblo palestino y sus violaciones del derecho internacional y ley humanitaria internacional”.
Además, enfatizó que la Mezquita Al-Aqsa es un lugar de culto para los musulmanes. Reafirmando el derecho del Estado de Palestina a la soberanía sobre la ciudad ocupada de Al-Quds, la OCI puso énfasis en que el régimen israelí no tiene derecho ni soberanía sobre esta ciudad santa.
En su nuevo asalto —el primero fue en enero— Itamar Ben-Gvir, escoltado por los militares israelíes, reclamando la soberanía de la entidad sionista sobre el recinto, y todos los territorios palestinos. “Somos los dueños de Jerusalén y de toda la tierra de Israel”, alegó el político extremista, provocando condenas a nivel internacional.
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