“Nuestro problema no es con Israel”, ha remarcado Maher Marwan a la emisora pública estadounidense NPR el jueves, añadiendo que los militantes “no quieren entrometerse en nada que amenace la seguridad de Israel”.
Ha destacado que los nuevos gobernantes querían tener relaciones cordiales con el régimen israelí, pidiendo a Estados Unidos para buscar establecer la paz entre Siria e Israel.
“Somos un pueblo que quiere la coexistencia, que quiere la paz. No queremos diferencias. Queremos la paz y no podemos ser hostiles a Israel ni a nadie”, agregó.
Señaló su reconocimiento al régimen israelí en esos términos y la ocupación por parte de Israel de enormes extensiones de territorios regionales.
También subrayó que la aprensión inicial del régimen tras la caída del expresidente Bashar al-Asad fue “natural”.
“Israel puede haber sentido miedo”, explicó para luego justificó la ocupación israelí y sus ataques en Siria tras la caída del gobierno de Al-Asad, indicando que por eso Israel avanzó un poco en la frontera, bombardeó un poco algunos lugares.
Tras la caída del gobierno de Bashar Al-Asad, el régimen israelí continúa su agresión contra Siria, por aire y por tierra, lanzando varias incursiones durante las últimas horas, en paralelo a su continua incursión en el sur del país, hacia la capital, Damasco.
Los medios israelíes informaron que Israel lanzó 1800 bombas sobre más de 500 objetivos en Siria en unas pocas horas.
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