La víctima, identificada como Omar Mohammad Rabea, de 14 años, murió el domingo como resultado de disparos israelíes en las afueras de la ciudad de Turmus Ayya, según ha informado este lunes el Ministerio de Salud palestino.
Durante el incidente, otros dos niños palestinos, de 14 y 15 años, también recibieron disparos en el abdomen inferior y el muslo, respectivamente.
Uno de los menores heridos, Abdul Rahman Shehadeh, dijo que un soldado israelí le disparó cuando estaba recogiendo fruta.
El segundo, identificado como Ayoub Asaad, tiene pasaporte estadounidense, según su padre, afirmó que la ambulancia que llevaba a su hijo herido al hospital fue detenida por los soldados del régimen de ocupación.
🚨BREAKING: Palestinian-American Child Shot Dead, Two Others Shot and Wounded by Israeli Forces in Occupied West Bank
— Drop Site (@DropSiteNews) April 6, 2025
Omar Mohammad Rabea, a 14-year-old Palestinian with U.S. citizenship, was shot and killed on Sunday by Israeli forces near the West Bank town of Turmus Ayya,… pic.twitter.com/Q7o1rm08Qm
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina catalogó el crimen como una “ejecución extrajudicial” por parte de las fuerzas israelíes.
“La continua impunidad de Israel como potencia ocupante ilegal lo alienta a cometer más crímenes”, denunció.
Sin embargo, los militares del régimen alegan que habían atacado a tres “terroristas” que lanzaban piedras contra coches israelíes.
Desde el comienzo de la guerra genocida en la Franja de Gaza, el ejército sionista y los colonos israelíes han intensificado sus ataques contra la ocupada Cisjordania, incluida Al-Quds (Jerusalén). Estas agresiones han provocado la muerte de más de 944 palestinos y herida a casi 7000.
Además, según las estadísticas oficiales palestinas, 15 700 palestinos más han sido arrestados en estos ataques.
La Sociedad de Prisioneros Palestinos informó el viernes que las fuerzas israelíes arrestaron a más de 100 palestinos en la Cisjordania ocupada la semana pasada, incluyendo mujeres, niños y exdetenidos.
Según la organización palestina, las detenciones se produjeron frecuentemente junto con interrogatorios en el campo, agresiones, amenazas contra civiles y sus familias, destrucción generalizada de infraestructuras, demoliciones de viviendas, toma de rehenes y la conversión de viviendas civiles en puestos militares. Solo en las comunidades de Ramalá, más de 1000 palestinos han sido desalojados de sus hogares desde enero de 2023.
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