En una conferencia de prensa celebrada el sábado, Diosdado Cabello anunció nuevos planes desestabilizadores en el estado de Zulia (noroeste), con la participación de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) y vinculados a la extrema derecha de la nación suramericana.
El ministro venezolano afirmó que las investigaciones han descubierto delitos de corrupción y conspiración. Además, subrayó que uno de los objetivos del plan era entrenar a paramilitares para atacar infraestructuras eléctricas y petroleras, así como llevar a cabo un sabotaje en la central hidroeléctrica de Guri, ubicada en el estado Bolívar (sur).
Asimismo, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) reveló que José Enrique Rincón, propietario de varias empresas, especialmente en el sector industrial, es uno de los principales organizadores de la operación, junto a sus hijos.
Igualmente, reveló que Rincón mantiene vínculos directos con Iván Simonovis, María Corina Machado, Tomás Guanipa y Juan Pablo Guanipa.
Además, durante su intervención, el funcionario venezolano mostró un lote de armamento de diversos tipos, incluido un dron, que fue incautado en un sitio donde un grupo terrorista realizaba entrenamientos. “Los allanamientos están en pleno desarrollo con el envío de funcionarios exclusivamente desde Caracas. Los trasladamos por carretera, los instalamos en Zulia, una región plagada de corrupción y controlada por el señor Rincón”, añadió.
Cabello culpó a los expresidentes colombianos Iván Duque y Álvaro Uribe de financiar el narcotráfico y a los paramilitares colombianos. “El Estado venezolano actuará de manera firme y contundente en cada caso”, enfatizó el ministro.
Señaló que estos ciudadanos cruzaron los límites de lo político y ahora están planificando actos de violencia contra el pueblo bolivariano. “Sepa el mundo que aquí en Venezuela el fascismo no va a poder”, agregó.
Tras la victoria en las urnas del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio pasado, la ultraderecha del país orquestó un nuevo intento golpista y desestabilizador, incentivando una ola de violencia en la nación bolivariana.
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