El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), Pat Ryder, ha declarado en una rueda de prensa que el destructor USS Carney de la Armada de EE.UU. neutralizó tres misiles de crucero de ataque terrestre y varios drones que fueron lanzados desde Yemen.
El vocero ha dicho que, aunque no puede asegurar “con certeza” hacia dónde iban esos misiles y drones, “se dirigían hacia el norte a lo largo del mar Rojo, potencialmente hacia objetivos en Israel”. No se han registrado heridos entre los militares del buque ni entre los civiles en tierra, ha agregado.
El buque de guerra estadounidense, que se encontraba en el norte del mar Rojo cuando efectuó la intercepción, forma parte del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford, que empezó a trasladarse hacia el Mediterráneo Oriental después de que el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, diera el 8 de octubre la orden correspondiente como muestra del apoyo estadounidense al régimen de Israel en medio de la nueva escalada del conflicto palestino-israelí.
Este grupo de ataque, además de los dos buques mencionados, también incluye el crucero de misiles guiados USS Normandy, así como los destructores de misiles guiados USS Thomas Hudner, USS Ramage y USS Roosevelt. Así como el envío de municiones.
Ryder ha alegado que la destrucción de los misiles y drones se enmarca en “la capacidad de defender nuestros intereses más amplios en la región y de disuadir una escalada regional y una expansión más amplia del conflicto”.
La Resistencia a tope
La interceptación de estos drones y misiles se produce en un contexto de crecientes temores por parte de Washington sobre la implicación de otros grupos de la Resistencia en apoyo al Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), que es blanco de ataques israelíes en la Franja de Gaza.
De hecho, la Resistencia Islámica de Irak ha anunciado que la base estadounidense Ain al-Asad, ubicada en la provincia de Al-Anbar, fue objeto de un ataque con misiles. La misma jornada, informes anuncian que la base norteamericana de Al-Tanf en Siria también fue blanco de cohetes.
Previamente, el líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi, subrayó que la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ se enmarca en el derecho legítimo del pueblo palestino para enfrentar al régimen opresivo y ocupante israelí. “Estamos en completa coordinación con el eje de la yihad y la Resistencia para hacer todo lo que podamos. La coordinación implica ciertos niveles de eventos y líneas rojas, incluso si los estadounidenses intervienen directamente, estamos listos para participar en ataques con misiles, marchas y opciones militares”, avisó.
Desde el 7 de octubre, la guerra total emprendida por el régimen israelí contra la asediada Franja de Gaza, supuestamente apuntando a sitios de HAMAS tras su operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’, se ha cobrado la vida de más de 3500 palestinos y ha dejado cerca de 12 000 heridos.
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