El diario libanes Al-Jumhuriya, citando fuentes conocedoras del tema, afirma este lunes que el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, saludó el nuevo enfoque del enviado especial de EE.UU. para Asia Occidental, Morgan Ortagus, ya que la postura en su visita anterior no había sido alentadora.
“Durante la visita de Morgan Ortagus no se abordó la normalización de las relaciones entre Líbano e Israel, abordar este tema aún verbalmente es admisible”, ha enfatizado.
El funcionario libanés ha abundado en las razones de no dar tregua al enemigo sionista. “El Imam Musa Sadr siempre subrayaba la importancia de no romper la barrera psicológica con el enemigo sionista y, por lo tanto, hablar de normalización significa avanzar hacia la ruptura de esta barrera y cruzarla; y esto ocurre en una situación en la que el enemigo continúa su brutal agresión contra el Líbano y la Franja de Gaza”.
Berri ha remitido a Ortagus la necesidad de que las fuerzas de ocupación sionistas se retiren del Líbano, liberen a los prisioneros libaneses de las cárceles del régimen de ocupación, cesen sus reiteradas agresiones y se apueste por estricta aplicación del acuerdo de alto el fuego y la Resolución 1701.
Según Al-Jumhuriya, el presidente del Parlamento libanés también ha hecho hincapié en la reunión con Ortagus que las fronteras terrestres del sur del Líbano con la Palestina ocupada son conocidas y ya se han trazado con anterioridad.
Fuentes libanesas han confirmado que el enviado estadounidense, esta vez, no ha mencionado el desarme del Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) ni las condiciones impuestas por EE.UU. e Israel al respecto, mientras han remachado que la retirada del régimen sionista del territorio libanés no debe estar condicionada a nuevas negociaciones, ya que este asunto se explicó de forma clara y sin ambigüedades en el acuerdo de alto el fuego alcanzado en noviembre pasado.
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