“Las alegaciones del ministro de Asuntos Exteriores francés de que Irán está a punto de desarrollar armas nucleares es completamente absurda y sin fundamentoˮ, ha rechazado este viernes el portavoz de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, en un mensaje en su cuenta en la red social X.
El diplomático ha matizado que estas declaraciones falsas, sumadas a la amenaza de volver a imponer sanciones a Irán, refuerzan la sospecha de que la postura crítica de Francia corre el riesgo de transformarse en un papel disruptivo.
Baqai ha hecho hincapié en que este enfoque no añadirá nada al prestigio de Francia ni a su posición en Europa y en el mundo.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, declaró el lunes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que, si fracasan las negociaciones indirectas entre Teherán y Washington para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, el país europeo no dudará en reimponer las sanciones de la ONU contra Irán.
Barrot acusó a Irán de buscar armas nucleares y de violar todos los compromisos relacionados con el enriquecimiento de uranio, y amenazó que si no se garantizan los intereses de seguridad de Europa, se volverán a imponer todas las sanciones levantadas contra Irán hace diez años.
En respuesta, el canciller de Irán, Seyed Abás Araqchi, señaló el miércoles que estas declaraciones poco constructivas son las que ahora han reducido el papel de los tres países europeos –en referencia a los firmantes europeo del acuerdo nuclear de 2015, es decir el Reino Unido, Francia y Alemania–, en las negociaciones actuales, y expresó su esperanza que corrijan este rumbo.
Las acusaciones de Francia se produce mientras la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), supervisa continuamente la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán, y sus informes han confirmado reiteradamente que no ha habido desvío de materiales nucleares para fines no pacíficos.
Las dudas sobre las actividades nucleares de Irán tienen su origen en los documentos falsos del régimen israelí, con el objetivo de convertir el expediente nuclear del país persa en un asunto de seguridad.
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