A finales de abril de 2025, salieron a la luz imágenes un misil de crucero aire-superficie desconocido en el campo de pruebas de Kapustin Yar en la región de Astracán, Rusia.
El misil, que fue inspeccionado por el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvédev, ha sido promocionado como una evolución del Su-57, el principal caza furtivo de quinta generación de Rusia.
Diseñado para la superioridad aérea y misiones de ataque de precisión, el actualizado Su-57 combina tecnología furtiva, capacidad de supercrucero, aviónica avanzada y una maniobrabilidad inigualable.
Esta última variante cuenta con motores mejorados, materiales de absorción de radar actualizados, sistemas de cabina con asistencia de IA y compatibilidad con misiles hipersónicos de nueva generación.
Fuentes rusas han comparado el misil con el misil aire-superficie conjunto estadounidense ‘AGM-158’ (JASSM), afirmando que está diseñado para ataques de largo alcance y baja observabilidad.
El diseño del misil tiene un parecido visual al misil de crucero ruso ‘Kh-101’, con un cuerpo aerodinámico y una ojiva “en forma de lápiz” que algunos analistas han descrito como similar al ‘AGM-158’.
A partir del 27 de abril de 2025, el misil estará destinado a aviones tácticos y no se ha revelado sus características ni su nombre.
A diferencia del ‘Kh-101’, que se lanza principalmente desde bombarderos estratégicos como el ‘Tu-95’, el nuevo misil está aparentemente diseñado para el ‘Su-57’, una plataforma construida para competir con cazas furtivos occidentales como el ‘F-35’.
La presentación del misil ha provocado un acalorado debate entre los analistas militares, planteando preguntas sobre la capacidad de Rusia para desarrollar un arma tan avanzada frente a las sanciones y las necesidades de la guerra en Ucrania.
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