Geir Pedersen expresó el miércoles en un comunicado su profunda preocupación por el reciente aumento de la violencia en Siria, especialmente en los suburbios de Homs y Damasco (la capital).
“Los informes sobre víctimas civiles y personal de seguridad son profundamente alarmantes”, declaró Pedersen en un comunicado en el que describió los últimos enfrentamientos que han apuntado a la comunidad alauita como “inaceptables” y advirtió del riesgo de una mayor escalada de la “situación extremadamente frágil” en Siria.
Los combates estallaron a principios de esta semana en Sahnaya, una localidad al suroeste de Damasco, cuando hombres armados desconocidos atacaron un puesto de control de seguridad.
Luego, se produjo otro enfrentamiento mortal en el cercano suburbio de Jaramana. En total, se informó de la muerte de al menos 16 civiles y personal de seguridad.
Pedersen consideró que “se deben tomar medidas inmediatas para proteger a la población civil, reducir la tensión y evitar que se intensifiquen los conflictos entre comunidades” y subrayó la importancia de que los responsables de la muerte de civiles y el avivamiento de las tensiones rindan cuentas.
El enviado de la ONU para Siria también condenó los ataques israelíes contra el país levantino y afirmó que deben cesar. “La soberanía de Siria debe ser plenamente respetada”, remarcó.
Tras la caída del gobierno del presidente Bashar al-Asad a finales de diciembre de 2024, el régimen sionista ha intensificado sus bombardeos contra posiciones militares sirias con el pretexto de evitar la propagación de la violencia del país levantino a los territorios palestinos ocupados.
Recientemente, Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, e Israel Katz, ministro de asuntos militares, justificaron los ataques a fuerzas leales al gobierno sirio en Sahnaya, alegando que buscaban “proteger a la comunidad drusa”.
Asimismo, Israel ha ampliado ilegalmente su control territorial al ocupar los altos del Golán sirios —incluidos lugares estratégicos como el Monte Hermón, situado aproximadamente a 20 kilómetros de Damasco— y adueñarse de zonas desmilitarizadas de contención, violando flagrantemente el Acuerdo de Desconexión firmado en 1974 con Siria.
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