El Departamento del Tesoro de Estados Unidos declaró en un comunicado que el acuerdo prevé la creación del Fondo de Inversión y Reconstrucción entre Estados Unidos y Ucrania “en reconocimiento del importante apoyo financiero y material que el pueblo estadounidense ha prestado a la defensa de Ucrania”.
Entretanto, la ministra de Economía de Ucrania, Yulia Sviridenko, confirmó el acuerdo en una publicación en redes sociales, destacando que, en virtud del acuerdo, todos los recursos permanecen bajo el control de Kiev y que “ninguna de las partes tendrá una voz predominante” en la gestión del fondo.
El acuerdo permitirá que Estados Unidos tenga acceso preferencial en la explotación de minerales clave como aluminio, grafito, petróleo y gas natural. Aunque el texto no menciona garantías de seguridad para el país europeo en la guerra contra Rusia, Kiev espera que la presencia de compañías estadounidenses en suelo ucraniano es vital para mantener la buena voluntad del presidente estadounidense, Donald Trump, que la semana pasada había amenazado con retirarse si no hay avances en las negociaciones del fin de la guerra ucraniano-rusa que ya lleva más de tres años.
El presidente estadounidense, Donald Trump, considera que Ucrania debe darle acceso a su riqueza mineral como compensación por la ayuda militar que Estados Unidos le entregó en el pasado. El acuerdo debía firmarse en el pasado febrero, pero una tensa reunión entre Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aplazó las negociaciones.
Las disposiciones del acuerdo se han debatido a lo largo de meses. Mientras, se reporta que en Ucrania ven el acuerdo como un “robo” o como “reparaciones” de guerra. Funcionarios ucranianos consideran que todos los beneficios económicos del acuerdo irán al extranjero y profundizarán la dependencia ucraniana ante Washington. El documento abarca todos los recursos minerales, incluidos el petróleo y el gas natural, y es muy desventajoso para Ucrania, según indicó el legislador ucraniano Yaroslav Zhelezniak.
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