• El petrolero británico Marlin Luanda arde en fuego tras ser atacado por el Ejército de Yemen en respuesta a los ataques de EE.UU., 28 de enero de 2024.
Publicada: domingo, 11 de mayo de 2025 10:22

La campaña marítima de Yemen contra Israel y EE.UU. en el mar Rojo reforzó su influencia militar y aumentó su popularidad a nivel nacional e internacional.

En noviembre de 2023, un mes después de que el régimen de Israel comenzara a bombardear Gaza, las Fuerzas Armadas de Yemen, apoyadas por el movimiento popular Ansarolá, iniciaron una campaña con drones y misiles contra los intereses de Tel Aviv en el mar Rojo. 

La acción, lanzada en solidaridad con los palestinos de la asediada Franja de Gaza, resultó en la mayor interrupción del comercio mundial desde la pandemia de la COVID-19. 

A lo largo de 18 meses, los yemeníes llevaron a cabo ataques en contra de más de 250 buques militares y comerciales. 

Por temor a los bombardeos, los barcos que viajaban de Europa a Asia evitaban la ruta tradicional del canal de Suez, que conducía al mar Rojo y al golfo de Adén, y optaron por la ruta más larga y costosa que rodea el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. Como resultado, el tráfico marítimo en el golfo de Adén se redujo el 70 % en dos años. 

El portal local de noticias Middle East Eye (MEE), con sede en Londres (capital del Reino Unido), en un artículo publicado el sábado, sostiene que, al abrir un frente marítimo en la guerra, “Ansarolá ganó popularidad a nivel nacional y una temible reputación internacional”, subrayando que esa popularidad ha dado lugar a una campaña de reclutamiento militar muy eficaz y también el mejoramiento de su preparación operativa. 

Citando a expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el reporte afirma que el número de combatientes de Ansarolá creció de 220 000 en 2022 a 350 000 en 2024.

 

En este contexto, señala que Yemen, con las armas producidas localmente, han ofrecido una resistencia seria contra los sistemas de misiles estadounidenses mucho más costosos. 

Remarca que, además de los beneficios para la reputación, la campaña marítima ayudó a los yemeníes a construir vínculos militares y financieros tangibles con socios vecinos, entre ellos Irak, países del Cuerno de África y Rusia.

El texto destaca la presencia de inteligencia rusa en las zonas de Yemen controladas por Ansarolá, así como el intercambio de datos satelitales rusos en relación con el transporte marítimo. 

Estados Unidos, siendo el principal aliado de Israel, intensificó sus ataques a Yemen desde el 15 de marzo en un esfuerzo por romper el bloqueo naval impuesto al régimen por Saná. 

Sin embargo, las operaciones continuas de Yemen hicieron que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciara el martes el cese de los bombardeos de Washington contra el territorio yemení ante una “promesa” de los yemeníes de detener los ataques a barcos en el mar Rojo.

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