Mediante un mensaje publicado el viernes en su cuenta de X, el ministro de asuntos militares del régimen de Tel Aviv, Israel Katz, advirtió que en caso de que Yemen continúe con sus operaciones propalestinas, los miembros del movimiento popular yemení Ansarolá “sufrirán graves daños”.
“También perjudicaremos a sus líderes”, afirma Katz, además de añadir que el líder de Ansarolá, Seyed Abdulmalik Badreddin al-Houthi, podría unirse a la lista de figuras asesinadas por Israel, como Yahya Sinwar, el líder martirizado del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), y Seyed Hasan Nasralá, el líder del Movimiento de Resistencia Islámica libanés (Hezbolá), también asesinado en un bombardeo israelí.
En respuesta, el miembro del Consejo Político Supremo de Yemen, Mohammad Ali al-Houthi, calificó esas amenazas de simples “ilusiones”. En un mensaje publicado el mismo día en X, el funcionario yemení denunció los intentos del régimen sionista de “ganar tiempo” apuntando a “objetivos inalcanzables”, en referencia a los planes de asesinato contra líderes yemeníes.
El mismo viernes, el ejército israelí informó haber lanzado más de 30 ataques contra blancos yemeníes en su octavo ataque de este tipo, alegando que los puertos de Al-Hudaida y Salif fueron utilizados como plataforma para transferir armas.
Según el Ministerio de Salud de Yemen, los bombardeos dejaron al menos un muerto y nueve heridos. Testigos oculares reportaron cuatro explosiones fuertes y columnas de humo en el cielo de Al-Hudaida tras los ataques.
Las fuerzas armadas yemeníes han realizado sistemáticamente ataques a objetivos israelíes y estadounidenses en el Mar Rojo y más allá en apoyo del pueblo palestino y en respuesta a la agresión estadounidense contra el país árabe, lo que ha causado la muerte de civiles y daños graves en la infraestructura civil de Yemen.
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