• Kazem Qaribabadi, embajador iraní ante las organizaciones internacionales, en una sesión de la AIEA, 7 de noviembre de 2019. (Foto: IAEA)
Publicada: jueves, 7 de noviembre de 2019 22:13

Irán muestra tolerancia cero cuando se trata de la seguridad de sus sitios nucleares, dice el embajador ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

Las autoridades iraníes impidieron la semana pasada la entrada de una inspectora de la AIEA a la planta nuclear de Natanz, ubicada en el centro del país persa, por haber llevado, al parecer, “material sospechoso”. La delegada se vio obligada a volver a Viena (Austria), dejando “incompleta” su misión, según explicó el miércoles la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI).

Kazem Qaribabadi, embajador iraní ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena, ha explicado este jueves que ha presentado un informe detallado ante la Junta de Gobernadores de la AIEA desde el momento en que la inspectora ingresó a la central hasta su partida del país y ha insistido en que Teherán tiene “preocupaciones de seguridad”, por lo que no tolerará la menor amenaza a la seguridad de sus plantas nucleares.

Irán, de acuerdo con el diplomático, está bien consciente de sus derechos y compromisos y “no ha violado los derechos y la impunidad de los inspectores de la AIEA” en lo absoluto, pero la señal de alarma, que indicaba posible existencia de “material sospechoso” fue activada “en más de una ocasión” cuando la delegada pretendía acceder al sitio.

“Dije a los miembros de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica que nosotros, por haber experimentado varios casos de sabotaje en nuestras instalaciones nucleares, jamás negociaremos la seguridad de nuestras instalaciones nucleares bajo ninguna circunstancia”, ha afirmado Qaribabadi a la prensa tras la reunión.

Dije a los miembros de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica que nosotros, por haber experimentado varios casos de sabotaje en nuestras instalaciones nucleares, jamás negociaremos la seguridad de nuestras instalaciones nucleares bajo ninguna circunstancia”, afirma Kazem Qaribabadi, embajador iraní ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena, capital de Austria.

 

Qaribabadi, asimismo, dice que ha indicado a los miembros que Teherán espera una cooperación completa por parte de la AIEA para averiguar los hechos y la Agencia, según el diplomático, ha expresado su disposición para hacerlo.

Como signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), las actividades nucleares de Irán están bajo las constantes inspecciones de la AIEA, una entidad internacional que ha corroborado, en reiteradas ocasiones, el cumplimento de Teherán de lo estipulado en el convenio nuclear Irán-Grupo 5+1, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés); la implementación del 4.º paso en reducir las promesas nucleares del país persa también comenzó el miércoles bajo la supervisión de la AIEA.

La paciencia estratégica de Irán se agotó un año después de la salida de EE.UU., el 8 de mayo de 2018, del pacto alcanzado en 2015, por Irán y el Grupo 5+1 (entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) y la reimposición de una tanda de sanciones brutales en su contra.

Cuando Teherán se mostró convencido de que los socios europeos se negaban a adoptar medidas prácticas para que no siga ajeno a los beneficios previstos en el aludido acuerdo, decidió afrontar, a solas, la medida anunciada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, reduciendo sus compromisos nucleares.

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Las autoridades iraníes afirman que las reducciones graduales en los compromisos nucleares buscan devolver el equilibrio al pacto y materializar los derechos legítimos de Irán en poseer energía nuclear con fines pacíficos. Las medidas nucleares de Teherán, como era de esperar, no ha sorprendido a ciertos socios del pacto, como Rusia.

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