“La reanudación de los ataques en Gaza y la intensificación de las operaciones militares en Cisjordania agravan una situación humanitaria insostenible en la que el personal y las instalaciones humanitarias se han convertido también en objetivos militares”, declaró el miércoles el representante permanente de España en la ONU, Héctor Gómez Hernández, en el debate abierto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre la situación en Asia Occidental, incluida la cuestión palestina.
Gómez calificó los ataques israelíes como una “flagrante violación del derecho internacional humanitario” y condenó a Israel por romper el alto el fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) pactado en enero.
Por su parte, la representante permanente de Bélgica ante las Naciones Unidas, Sophie De Smedt, subrayó que la asistencia humanitaria “no es algo que se pueda negociar”. “Exigimos el fin de las violaciones del derecho internacional. La ayuda no debe utilizarse como arma en este conflicto”, sentenció para después urgir a poner fin al bloqueo a la ayuda dirigida a los palestinos.
Asimismo, el enviado de Irlanda ante la ONU, Fergal Mythen, apuntó al desprecio total del derecho internacional y del Consejo de Seguridad que hace Israel con sus atrocidades en Gaza y Cisjordania.
Mythen, igualmente, condenó la reanudación de los ataques aéreos y las ofensivas terrestres israelíes en Gaza, señalando que estas acciones han causado mayor sufrimiento al pueblo palestino y violado el alto el fuego.
España ha criticado en varias ocasiones la guerra de Israel contra Gaza y se ha comprometido a dejar de vender armas a Israel. El pasado mayo, España reconoció al Estado de Palestina en un gesto conjunto con Irlanda y Noruega.
El alto el fuego en la Franja de Gaza se estableció el 19 de enero e Israel reanudó sus ataques contra Gaza en marzo, abandonando el acuerdo de alto el fuego e intercambio de prisioneros alcanzado en enero con HAMAS.
Desde el pasado octubre de 2023, la entidad sionista, patrocinada por EE.UU., ha asesinado a 52 418 palestinos y alrededor de 118 091 palestinos han resultado heridos por las atrocidades israelíes en Gaza.
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