La muerte por inanición acecha a miles de niños en la asediada Franja, mientras el sionismo sigue bloqueando el flujo de alimentos hacia Gaza y recurre a la hambruna como método de exterminio.
Las imágenes de campamentos y hospitales muestran niños desnutridos, con músculos atrofiados y padres sin recursos para alimentarlos.
La mayoría de las 170 cocinas comunitarias del enclave han cerrado tras quedarse sin comida, lo que causó una reducción de medio millón de comidas gratuitas al día para los 2,3 millones de habitantes del enclave costero.
Autoridades gazaties informan que hasta el momento 57 niños han muerto de desnutrición y que otros 3500 niños podrían fallecer por inanición. A su vez, datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) revelan que más de 9000 menores en Gaza han sido hospitalizados por desnutrición aguda desde principios de año. Es el hambre, es usada como arma de guerra contra la población infantil: siempre la más vulnerable e indefensa.
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