El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, restó importancia el jueves a las presiones que ejerce Estados Unidos a la cooperación entre Rusia y sus aliados, entre ellos Irán, diciendo que Moscú y Teherán ya se han acostumbrado a los juegos de presión de Washington, por lo tanto, continuarán afianzando sus lazos e intereses comunes, informa la agencia rusa de noticias TASS.
Sus comentarios se produjeron un día después de que un acuerdo estratégico entre Irán y Rusia para lanzar el ferrocarril Rasht-Astara, que une los dos países a través de Azerbaiyán, generase reacciones negativas en Washington.
Desde la Casa Blanca expresaron su inquietud al respecto, y paralelamente, el senador republicano, Ted Cruz pidió más presión, por medio de sanciones, para detener la creciente cooperación Teherán-Moscú.
“Nunca nos hemos hecho ilusiones de que Estados Unidos dejaría de intentar presionar a Rusia, Irán u otros países que buscan una cooperación verdaderamente beneficiosa para todas las partes”, enfatizó Peskov durante una rueda de prensa.
📎Irán y Rusia han firmado este miércoles un documento sobre la finalización del ferrocarril estratégico que une a dos países a través de Azerbaiyán.
— NexoLatino (@Nexo_Latino) May 18, 2023
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El político ruso destacó que Rusia, Irán y sus aliados tienen “una gran experiencia en adaptarse a esta presión por parte de Estados Unidos” y “seguirán trabajando para construir relaciones basadas en el beneficio y el respeto mutuos, teniendo en cuenta los intereses y preocupaciones mutuos”.
En cuanto a las presiones y acciones inamistosas de Occidente contra la Federación Rusa, Peskov advirtió que Moscú no se quedará de brazos cruzados y las responderá de manera oportuna.
La ruta Rasht-Astara forma parte del megaproyecto ferroviario Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur, que tiene como objetivo vincular Asia central, Europa y el sur de Asia, y rediseñar, de este modo, los circuitos de la globalización y contrarrestar la hegemonía occidental, y puede competir con el Canal de Suez.
En comparación con la vía tradicional de 16 000 kilómetros, que pasa a través del canal de Suez, la nueva alternativa es una opción competitiva de solo 7000 kilómetros, así que una vez inaugurado el ferrocarril Rasht-Astara, el envío de mercancías desde Petersburgo en Rusia a Bombai (La India) se reducirá de un mes y medio a 10 días.
Teherán, a su vez, tachó el jueves de “inadmisibles” las preocupaciones expresadas por Washington sobre el acuerdo, y subrayó que el proyecto fomentará “la seguridad, el desarrollo y el bienestar comunes”.
Los presidentes de Irán y Rusia, Seyed Ebrahim Raisi, y Vladímir Putin, respectivamente, aplaudieron el acuerdo durante la ceremonia de la firma del acuerdo, y abogaron por afianzar lazos bilaterales. El jefe de Estado ruso subrayó que “el transporte a través del nuevo corredor tendrá importantes ventajas competitivas”.
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