“Creo que seguiremos refiriéndonos a estas áreas como lo hacemos habitualmente”, dijo el miércoles la portavoz asociada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Stephanie Tremblay, durante su rueda de prensa diaria, cuando se le preguntó cómo reacciona el organismo a un posible cambio del nombre del Golfo Pérsico por parte de Estados Unidos.
La reacción se produjo un día después de que la agencia estadounidense de noticias The Associated Press (AP) informara que el presidente estadounidense, Donald Trump, tendría previsto anunciar el cambio de nombre del Golfo Pérsico al Gofo de Arabia la próxima semana durante su visita oficial al reino árabe.
Irán no tardó en reaccionar al informe del medio estadounidense, calificando la pretensión de Trump de “hostil” y una “afrenta” a millones de iraníes en todo el mundo.
El canciller iraní, Seyed Abás Araqchi, advirtió de inmediato en su cuenta de X que “este paso poco perspicaz carecerá de toda legitimidad, no impactará en la geografía y solo provocará una profunda indignación por parte de todos los iraníes, de todas las capas de la población, independientemente de su origen o lugar de residencia”.
Por su parte, la representación de Irán ante la ONU instó a la Administración Trump a “comprender la historia y la geografía” en una publicación en su perfil de X, en la recalca que “las realidades no cambian con las decisiones tomadas en el Despacho Oval”.
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