La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, ha denunciado este jueves un aumento de las acciones ofensivas de las fuerzas ucranianas en Donbás —región independentista del este de Ucrania y limítrofe con Rusia— criticando que tratan de usar la potencia de fuego occidental para someter a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) con la fuerza militar.
En declaraciones a los periodistas, la vocera rusa ha destacado que la situación en el este del país vecino es motivo de preocupación, advirtiendo que los gobernantes ucranianos “están a favor de una solución militar a esta crisis interna de Ucrania”.
“La situación en la zona de conflicto se agrava. Cada vez hay más información sobre el uso de armas prohibidas por los acuerdos de Minsk, suministradas a Ucrania por las naciones de la OTAN”, ha subrayado.
Las tensiones en el este de Ucrania se han disparado en las últimas semanas, y el jefe de la Agencia de Inteligencia Militar de Ucrania, Kyrylo Budánov, reveló que el país había probado y desplegado misiles antitanque Javelin de fabricación estadounidense.
En respuesta a la noticia, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió el lunes que Ucrania puede provocar un conflicto en toda regla en Donbás usando cohetes estadounidenses.
A principios de este mes, el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, advirtió a Washington que proporcionar armas letales a Ucrania podría destruir cualquier esperanza de paz en Donbás.
Las fuerzas de Kiev han estado luchando contra los independentistas desde que las dos regiones de Donetsk y Lugansk declararon su autonomía después de la crisis de 2014 en este país.
El Gobierno ucraniano ha rechazado los llamamientos rusos para negociar directamente con los separatistas, acusando a Moscú de estar detrás del conflicto civil.
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