Cámara al Hombro: Guatemaltecos cambian de apellido para no sufrir discriminación
Miles de personas continúan siendo discriminadas en Guatemala y, por eso, se ven obligadas a cambiar sus apellidos.
En lo que va de 2018, el Registro Nacional de Personas (Renap) ha tramitado 1365 casos de ciudadanos que acudieron ante un notario para cambiar el nombre con el que nacieron para su vida jurídica.
Las razones son múltiples, una de ellas es la discriminación o racismo de la que son objeto. El fenómeno ha sido el punto de partida para que una artista guatemalteca cambiara sus dos apellidos mayas por dos de los apellidos más prominentes de la llamada clase dominante empresarial del país.
Y es que cambiarse el nombre o el apellido en Guatemala es tan fácil como contratar los servicios de un abogado o notario, explicar los motivos del cambio, cancelar los honorarios, hacer publicaciones en el diario oficial y en el de mayor circulación a nivel nacional.
Con estos trámites cualquier ciudadano podrá cambiar su nombre y apellido, si hay una oposición por algún tercero el proceso se eleva a un juzgado y será el juez quien ordene o no el cambio ante el Renap.
Pero el objetivo de la artista Marilyn Boror o Marilyn Castillo Novella no es únicamente cambiarse el nombre como tal, sino lo hace para evidenciar y denuncia un país racista, clasista y discriminador.
Desde una perspectiva sociológica la discriminación y el racismo afectan en todo sentido el desarrollo de un país, rompe las fibras sociales y de un crecimiento integral. En cuanto al contexto familiar pueden acabar con los lazos afectivos, al desconocer los ancestros a partir de la negación de las tradiciones y costumbres indígenas.
No obstante, el director de la Liga de Higiene Mental de Guatemala, Marco Antonio Garavito, explica que existe la identidad asignada y la identidad asumida; la identidad asignada se refiere a la religión, a un nombre, apellido, equipo de fútbol, etc. El problema aparece cuando no se asume y causa malestar y baja estima.
Aunque subraya también que cambiarse algo que no va en contra de la ley y que pueda significar mayor seguridad desde una perspectiva psicológica beneficia al individuo.
Algunos apellidos que se encuentran en la lista responden por ejemplo al apellido de la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, un ciudadano con ese apellido se lo cambió por el de Membreño, otro se cambió el apellido Muz por el de Arzú, otro, el de Chub Tzul por el de Sánchez, incluso hay un apellido Kross en la lista de nuevos apellidos, las razones son interminables advierte una abogada que lleva este tipo de procesos, desde cuestiones de índole familiar, afectivos, económicos, incluso políticos.
El académico Saénz de Tejada coincide en que hay un cierto grupo de la población indígena que se aferra a sus raíces y que lucha desde sus nichos para no despojarse de sus pertenecías étnicas y hacer valer sus derechos como lo establece la Constitución.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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