Cámara al Hombro: Panamá - La Vida en el Semáforo

La desaceleración que ha experimentado la economía panameña en los últimos años pone en evidencia una diversidad de elementos que poco a poco van deteriorando la cohesión social.

Así lo observan distintos economistas que, además de subrayar la alerta que representa la desigualdad en el país del Canal, advierten del impacto que podría tener el incremento de la informalidad laboral.

Para quienes se dedican a estas actividades, está claro que no se trata de placer, a pesar de que por lo general desempeñan sus labores con la mejor actitud posible, son conscientes de que han optado por la informalidad en vista de la necesidad por sustentar una familia, en un país donde el Estado y las empresas privadas no están pudiendo absorber a cabalidad la fuerza laboral.

Una situación que los ha llevado incluso a enfrentar la discriminación.

Se estima que para el año 2019 la tasa de desempleo abierto ascienda al 6.5 % lo que podría incrementar también el porcentaje de informalidad laboral que supera actualmente el 40 % del empleo en el país. Este trabajo no es considerado de calidad por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pues priva a los trabajadores de acceso a planes de Seguridad Social o acceso a crédito hipotecario, impidiendo mejorías en su calidad de vida.

Para estos trabajadores, pensar en una jubilación es casi un sueño, cuando un simple resfriado puede convertirse en una amenaza real para su salud.

Estas características conllevan a despotenciar las posibilidades de la productividad general de la mano de obra panameña y su economía. Y en un mundo con mayor incidencia de los avances tecnológicos, el futuro luce poco alentador, mientras se mantenga un sistema educativo reñido con el progreso.

John Alonso, Ciudad de Panamá.

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